Hace tiempo que el universo de Harry Potter trascendió las fronteras de los libros para llegar al cine y al teatro, pero ninguna de esas experiencias pareciera tan completa y mágica como la de visitar alguno de los parques temáticos de Universal Studios. Actualmente, »El Mundo Mágico de Harry Potter» puede visitarse en Orlando, Los Ángeles y Osaka, siendo el de Orlando el más amplio de todos.
El parque temático de Orlando se divide en dos tierras que pueden visitarse por separado, o bien adquiriendo un boleto park-to-park (estos boletos permiten saltar entre parques en un mismo día) El famoso castillo de Hogwarts y el pueblo de Hogsmeade se encuentran en el parque Islands of Adventure (de Universal Studios), mientras que la recreación de la ciudad de Londres y el famoso Callejón Diagon se encuentran en el parque central de Universal.
De todas las atracciones, podemos decir que la más mágica de todas es la del castillo de Hogwarts (»Harry Potter and the Forbidden Journey»), un juego de simulación que lleva a los visitantes a través de distintas aventuras (un partido de Quidditch, el bosque prohibido, etc.) y que los enfrenta a criaturas no tan amigables como los dementores…
Algo similar ocurre en el parque vecino, con el juego de simulación del banco Gringotts, que incluye sacudidas, dragones y un temible encuentro con El Señor Tenebroso. Y, sin embargo, decir que las grandes atracciones son lo más esplendoroso de »El Mundo Mágico de Harry Potter» sería injusto. Lo mejor de los parques temáticos está, en realidad, en los detalles: en cada una de las áreas comunes y de paseo que recrean de forma puntillosa los escenarios de las películas.
¿Qué se puede visitar? Los negocios del Callejón Diagon (con una sección dedicada al Callejón Knockturn), la plataforma 9 ¾ (con viaje incluido entre un parque y otro) y algunos de los restaurantes más emblemáticos de la historia, como Las Tres Escobas de Hogsmeade o la tienda de dulces Honeydukes, entre otros sitios.
Visitar »El Mundo Mágico de Harry Potter» es, verdaderamente, una experiencia emocionante. Pocas veces se tiene la posibilidad de inmiscuirse tan profundamente en una tierra que se originó en la literatura. Sí, hay atracciones de otras historias, y puede que también sean muy buenas, pero el encanto que produce »El Mundo Mágico de Harry Potter» es distinto. Será, tal vez, porque su magia nació de un libro y de no de una pantalla, o porque la magia, en realidad, logró trascender los formatos y ahora se deja visitar.
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